domingo, 3 de junio de 2012

Luz y color


Los sonajeros que se encontraban detras de la puerta, empezaron a sonar al momento que de un tiron la empuje. Plumas, pieles, prendas, sombreros, tantos colores, todo parecia llamar mi atención. Asi como quien no quiere que su presencia sea notada paso a paso me fui escurriendo por la pequeña tiendesita india que se encontraba en un pueblesito de las afueras de Nuevo Mexico. Un “chie-kelo” se escucho desde la parte de atras y enseguida pude ponerle rostro a tan singulares palabras que a mi entender eran una muestra de bienvenida. Su pelo era gris y llevaba una trenza que le llegaba a la cintura, una falda larga que daba la impression que un arcoiris estallo en la tela, y una blusa café de donde colgaban plumas y collares de turquesa.
-Hola respondi, con una sonrisa que era más bien de sorpresa que de felicidad.

 Su presencia no me intimidaba, pero sin duda alguna era una mujer como solo la habia visto en algunas peliculas del Viejo oeste o de nativos indios americanos.

Un ruido rompio el silencio que se habia creado por unos segundo, y entonces me di cuenta que con mi cartera habia tirado al suelo un canasto de fotos viejas que se encontraba en uno de los mostradores.

¿Esta vendiendo sus fotos? Dije intrigada

-No, me respondio sin perderme de vista, vendo las fotos de aquellos ancestros que ya no existen más que en fotos.

-¿Y quien le compra tales cosas?.

Ella solo sonrió y no dio respuesta alguna, yo no senti necesidad de volver a preguntarle, ya que de por si todo era muy extraño.

Una soga colgaba del techo, de esa que usaban en el pasado para ahorcar a los que eran acusados de haber cometido algun crimen, supongo que era parte de sus inigualablse artículos de venta.

-¿Que buscas? Me pregunto la señora en un español cargado de acento
¿Estas perdida?

-No, ya casi me voy, solo veia.

-Todo lo que vendo está lleno de historia, no vendo cosas nuevas, todo lo que hay en esta tienda ha sido usado por personas que ya son solo eso, fotografias, luz y color. No te causa curiosidad saber que estas usando algo que acompaño a un alma en parte de su camino por el mundo, anda ven, pruebate este anillo.

No pude resistir, era tan único, tan…perfecto.

Accedi sin darme cuenta y cuando me lo probaba senti como bruscamente encajo en mi dedo. La mire con cara de preocupación, como tratando de que me dijera algo…no se, que pasara algo.

Ella solo camino hacia la mesa donde estaba cortando unas pieles y pretenio olvidarse de mí.

Deje 50 dolares sobre el mostrador, y empece a caminar, un olor a luz y color me emepzo a quemar la garganta, sali y el sol estaba brillando como nunca, no habia viento, los arboles y las hojas no se movian, todo estaba tan tranquilo, tan vacio, tan estatico. Segui caminando hasta dar con la calle, esas calles del desierto que parecen se pierden entre las montañas mientras el calor crea la illusion de agua en el horizonte, caminaba y sentia que no me movia, tenia el olor a humedad y pieles en la ropa, camine lo que para mi fue la eternidad. Me sente en una piedra que todo el tiempo estuvo al lado de mi. me sentia mareada, busque mi botella con agua y recorde entonces haberla dejado en el mostrador de la tienda.
Voltie mi Mirada y una sensación de confusion total me estremecio, estaba en el mismo lugar dónde habia empezado a caminar las mismas casas, el mismo ambiente..la misma tiendesita. Vi el anillo en mis manos cansadas y note como el resto de la tienda se reflejaba en el, como un espejo que me conectaba a una realidad que antes fue mía. Entonces recorde las palabras que con un tono engañoso habia dicho la señora, “todo lo que hay en esta tienda ha sido usado por personas que ya son solo eso, luz y color”. Y me sentí asi, como una fotografía.

jueves, 3 de mayo de 2012

La espera, terminal C



Agosto 2011

Hay algo curioso acerca de los aereopuertos que siempre me ha llamado la atención. Es el lugar donde personas que vienen de diferentes sitios y se dirigen hacia lugares distintos se juntan. 
Sentada en una esquina, mientras espero que mi vuelo con destino a Miami empiece abordar me tomo unos segundos para observar a quienes me rodean, ninguno conocen mi historia y por igual yo soy ignorante ante las de ellos, no se de donde vienen y hacia donde van y lo mas probable nunca se volveran a cruzaran nuestros caminos. 
La señora paralelo a mi, ya de edad avanzada tiene lagrimas en sus ojos azules y una mirdada perdida. Talves deja a algun ser querido, o su viaje se debe a la visita que le ha de hacer a uno de sus nietos y las lagrimas son de nostalgia y no de tristeza. Sobre sus pies hay un cuadro envuelto en papel Manila, ¿será una artista? ¿Lo habrá pintado ella? ¿Lo trae o lo lleva?
Un joven se sienta cerca de ella, debe tener alrededor de 25 años, alto y de fracciones bruscas, no ha dejado de hablar por su celular y por la sonrisa que tiene son o buenas noticias o esta hablando con algun ser querido, talves algun amor, que hace mucho que no ve, que después de tantos meses al fin va a visitar y ella lo esta esperando por horas y no puede dejar de contarle todo lo que ha preparado para su llegada y el no hace mas que escuchar su dulce voz y sonreír, o talves su sonrisa disfraza una mentira, es parte de un espectáculo inconsciente, parte del engaño a un alma inocente que se ha olvidado de que los hombres son todos iguales. 
Dos niños acaban de entrar corriendo  y se tropesaron con una maleta de mano roja que por cierto esta muy mal ubicada, sin embargo esto no fue motivo de descontinuar su entretenimiento asi que siguen corriendo uno detrás de otro mientras la madre de un suspiro se sienta y se rinde ante la mirada de todos que estan muy pendiente a aquellos dos pequenos que rompieron el silencio incomodo de la sala. 4:00 p.m., todavía falta una hora para abordar, mas personas han llegado, cada una viste diferente y aunque no se quienes son me divierto hilando una historia distinta para cada uno de ellos. Un muchacho pelirojo acaba de llegar es mi siguiente presa y solo por el simple hecho de que mientras concentrada trataba de estudiar a los inquilinos de este aeropuerto voltie mi mirada hacia el y note que no dejaba de mirarme, seguro se dio cuenta de mi estrategia para matar el tiempo, mis ojos me han delatado, asi que bajo la mirada y empiezo a escribir, me rio bajito, poco sabe el que ya es un personaje de este cuento que palabra a palabra empieza a tomar forma. Vuelvo y levanto la mirada, el se ha cambiado de sitio y esta mas cerca de mi, me mira y me sonrie, yo decido no volverlo a mirar no me quiero involucrar en esos juegos peligrosos donde solo con miradas  hacen infinidades de cosas.
Cada quien es el protagonista de su vida, pero a veces eso nos hace egoistas y nos olvidamos de la historia de otros en la que aunque no somos el personaje principal somos aunque sea los extras. Juzgamos y damos por sentado.
Las personas son mas interesantes de lo que pensamos, cada una tiene su propia historia, cada uno ha pasado por situaciones que la definen y le dan las carecteristicas que la marcaran por el resto de sus días. Sin embargo, en el aeropuerto puedes ser quien sea porque total, todos estan sumergidos en lo suyo y a nadie le importa el de al lado.
Estoy segura de que tenemos un fin en común, queremos llegar a nuestro destino, sea cual sea. Todos esperan, tranquilos, callados, respirando el mismo aire, esperando el mismo vuelo. Mirando el reloj, hablando por el celular, algunos valientes conociendo al extraño que tiene  al lado o como yo, escribiendo banalidades que no irán a parar en ningún sitio.