martes, 14 de septiembre de 2010

¿Y ahora que hago?


Sostengo la mirada, me dejo llevar por el impulso, respiro pfoundo y comienzo…a escribir.

Uno de los principales temores a el que se enfrentan muchos escritores es verse frente a frente con una hoja en blanco, a ese preciso instante en el que solo estan tu y el papel que aguarda paciente, limpio, solo, vacio. Tomas el lapiz y empiezas a divagar coger un poquito de aqui o dejar un poquito de alla: Entonces las ideas van y vienen suben y bajan, salen de ti y van encontrando su espacio correspondiente en el vacio que las atrapa.

Es ahí entonces donde convergen pasión y creatividad, imaginación y realidad, miedos y fortalezas. Y vas creando una historia, y vas hilando situaciones, despertando letra a letra una realidad paralela a la tuya. Vas saboreando emociones, reviviendo recuerdos, creando un mundo que en segundos te atrapa, te envuelve te toca. Con cada palabra tu eliges lo que pasa, el lugar, la hora, el día, los personajes, la situacion.

Escribir es revivir pasado y futuro en el presente, escribir es el arte de plasmar ideas en palabras, de crear, de llenar con vida una hoja muerta.

Cada día, justo en ese instante cuando abres los ojos tienes ante ti una hoja en blanco, pero esta es una muy particular pues vas escribiendo quieras o no, puedes quedarte toda la manana mirando el techo, creyendo que no estas haciendo nada, pero para tu sorpresa al final del dia tendras hecha toda una novela, muy aburrida por cierto, te aseguro que ni tu mismo la querras leer. O tienes tambien la opción de que ya que vas a escribir, hacerlo con calidad. Sacudirte la pereza y escribir algo que valga la pena. Al final del camino tu eres el director de tu propia producción, el escritor de tu propio guión.

Escribe, escribe, escribe…sin miedo, es mejor que dejar la hoja en blanco, no tengas miedo de equivocarte y tener que hacer borrón y cuenta nueva hay mas capitulos vacios que esperan por tu llegada.

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